Crunnchu Mac Agnoman era un noble rico con todo el confort de que se disponía en la época. Era viudo y padre de cuatro hijos.
Un día en su casa aparece una hermosa joven que se hace cargo de todos los quehaceres, organiza la casa y a todos los esclavos. Por la noche prepara y comparte la cena con Crunnchu, sin que este se atreva a decir una palabra. Tenia miedo de ofender a la joven y que esta desapareciera.
Al subir a su dormitorio, Macha, tal era el nombre de la joven, se acostó con él, hicieron el amor y como era costumbre, a partir de allí, se convirtió en su esposa.
Pero como es fácil imaginar, Macha era una diosa, cuyo animal totémico era el caballo, y le gustaba correr carreras compitiendo con ellos al amanecer, lejos de la vista de la gente. Así fue que el numero de caballos que poseía Crunnchu, aumento.
Macha, en tanto quedó embarazada.
Llego el día en que Crunnchu debió asistir a las asambleas anuales en el palacio del rey Conchobar. Pero Macha le advirtió que se cuidara de cualquier comentario sobre su relación, porque ello acarrearía grandes males, que hasta podrían llegar a separarlos. Así lo prometió él, antes de partir.
En un momento de la reunión, alguien alabó la velocidad de sus caballos y Crunnchu, en un despliegue de alarde, rompió la promesa que había hecho. Habló de su mujer Macha, y dijo que ella era capaz de ganarle en una carrera, al mejor y más veloz caballo del mundo.
El rey Conchobar desafía al noble; -Si tu mujer es capaz que venga y lo demuestre-.
Es así, como Macha se ve forzada a concurrir en caso contrario asesinaran a Crunnchu. Cuando llega, pide un plazo, ofrece correrla después de dar a luz. Pero no lo aceptan, y se ve obligada a correr.
Macha sobrepasa a los caballos rápidamente. Pero al llegar a la meta cae al suelo y entre gritos de dolor, da a luz a dos gemelos. Ante esta situación, los hombres se dan cuenta del error que han cometido, pero Macha no los perdona…
Se pone de pie, y dice a todos quien es; Macha, hija de Sainreth Mac Imbaith, y a continuación, maldice a todos los presentes, porque no han tenido la mas mínima consideración, entonces la vergüenza y el deshonor volverán a ellos en cobardía, por lo cual cada vez que el reino se encuentre en peligro, sentirán dolores como si fuesen a parir, esto durara cuatro días y cinco noches, y sucederá durante nueve generaciones.